Metal Zodiac Devil
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Re: Metal Zodiac Devil
Capítulo 26: El Ataque Final Masivo.
Aún en el congreso, se decidía quién sería el nuevo Presidente.
Juez: ¡Quien vote a Kaira que levante la mano!
Varias manos se levantaron. Un hombre se puso de pie: Karia.
Kaira: Bueno, haré lo que pueda por recuperar el poder de Japón... Os pido la colaboración de todos. Devolvámosle a este pueblo aquello que se les fue arrebatado.
Se oyeron varios aplausos. Raito iba caminando cuando sintió una presencia.
Raito: Ryo...
Ryo: Estás aquí... Llevaba tiempo deseando enfrentarme contigo.
Raito: Lo mismo digo. – Desenfundó su espada.
Ryo empezó a correr hacia Raito. Sus espadas se bloquearon. Raito saltó hacia atrás, dio una voltereta en el aire, y al aterrizar, se impulsó con el suelo. Ryo intentó atacarlo, pero su espada pasó por encima de Raito, pues este iba inclinado. Raito le hizo un corte en el costado, golpeándole las costillas duramente. Ryo se incorporó con rapidez y agarró a Raito del cuello. Lo lanzó y le lanzó su espada. Sin embargo, Raito esquivó la espada y la agarró. Aterrizó de pie en el suelo. Le lanzó la espada. Sin embargo, Ryo vio, como al ver su propia espada a un centímetro de él mismo, Raito aparecía y la volvía a empuñar. Se la clavó en el estómago, y le pegó una patada en la cara, lanzándole lejos.
Ryo: Eres mucho más poderoso que tus compañeros.
Raito: Hoy, aquí morirás, como mi nombre es Raito Katsura.
Ryo se sacó la espada y la envainó. Sacó las pistolas y empezó a disparar. Raito empezó a correr hacia él, esquivando las balas. Ryo estaba muy cerca, sacó su espada y le hizo un corte muy profundo en el pecho de Raito. Una línea diagonal desde el hombro izquierdo hasta la cintura derecha.
Raito: ¡AGHHH!
Ryo agarró el cuello de Raito, y se tiró al suelo, haciendo que Raito también cayera. Al caer, Raito sintió un profundo dolor en el cuello, como si se le partiese. Ryo se colocó encima suyo y empezó a darle varios puñetazos en la cara. Empezó a sangrar por la mandíbula. Al reaccionar, le agarró el puño y le pegó una patada en el abdomen, justo donde le atravesó antes, mandándolo a volar. Raito se acercó a él, le metió una pistola en la boca y apretó el gatillo. Salió mucha sangre por la parte posterior de la cabeza. Ryo cerró los ojos. Su corazón dejó de respirar.
- En el Infierno –
Lucifer sintió la fuerza vital de Ryo desaparecer. Ahora, era el momento... Se puso de pie y se dirigó adonde estaban todos sus guerreros.
Lucifer: ¡Hermanos! ¡Lobos! Ryo acaba de ser asesinado por el Shinigami Raito Katsura. Esto no tiene perdón. Hagámosle pagar por esta pérdida. Venguémonos de los Shinigamis hoy de una vez por todas. Hoy... Cumpliremos nuestra venganza.
Todos los Demonios y los Lobos empezaron a dar gritos de guerra. Lucifer creó una puerta y la abrió. Él, junto a su ejército, empezó a atravesar la puerta. Estaban en Tokio. Los Demonios y los Lobos empezaron a destruir todo lo que encontraban a su paso.
- En la casa –
Shino sintió algo.
Mitsuko: ¿Qué pasa?
Shino: Siento a muchos Demonios en la ciudad.
Mitsuko: Debemos movernos ya. Rápido.
Shino: Sí. – Cogeron sus armas y salieron de la casa.
Empezaron a correr.
Mitsuko: ¿Dónde se encuentran?
Shino: Se encuentran destruyendo todo a su paso en el Estadio Olímpico.
Mitsuko: ¡Vamos allá!
Llegaron, y entraron. En el campo olímpico, estaban todos reunidos. En las gradas, estaban los policías circulando. Koji apareció detrás de Mitsuko.
Koji: El nuevo Presidente nos dio luz verde para poder actuar. Ahora, tendréis apoyo.
Mitsuko: ¿Te quedarás con ellos?
Koji: - Mostrando 2 metralletas. – No. Lucharé a vuestro lado.
De repente, todos los Demonios se lanzaron contra ellos. Shino y Mitsuko empezaron a luchar, protegiendo la espada del otro. Uno iba a atacar a Mitsuko por arriba cuando este cayó muerto a causa de unas pistolas disparadas por un hombre que venía hacia ellos, con el pelo muy verde oscuro.
Mitsuko: ¡Raito! ¡Estás vivo!
Raito pegó un gran salto, desenfundó su espada en el aire y atacó todos los Lobos cercanos a Mitsuko, Shino y Koji. Mitsuko vio que Raito sangraba por el pecho y la boca, tenía el cuello y la camiseta manchada de sangre.
Mitsuko: ¡Mi amor!
Raito: Estoy bien. Ahora, es el momento del combate.
Los policías alrededor iban disparando a los más alejados a Raito y compañía. Uno saltó hacia Shino, pero Koji lo disparó rápido. Un lobo se acercaba a por Koji, pero Raito le clavó la espada al Lobo en el abdomen. Se agachó, y giró, cortando lo que encontró a su alrededor: Las piernas de 6 Demonios. Raito empezó a correr por el campo, e iba destajando a toda criatura que quedaba cerca.
Mitsuko: (Raito... No te defraudaré).
Mitusko empezó a luchar muy rápido, y acercándose al centro del campo, mientras iba disparando a tdoso los que estaban a su alrededor. Las balas de los policías disparados iban reforzando el ataque del grupo. Al poco tiempo, Raito estana frente a frente a Lucifer. El último Demonio cayó a manos de Mitsuko.
Raito: Morirás aquí.
Lucifer: No. – Abrió la puerta al Infierno detrás suya y la cruzó.
Raito cruzó la puerta.
Mitsuko: ¡Raito!
Shino, Mitsuko y Koji corrieron hacia la puerta y la atravesaron.
Aún en el congreso, se decidía quién sería el nuevo Presidente.
Juez: ¡Quien vote a Kaira que levante la mano!
Varias manos se levantaron. Un hombre se puso de pie: Karia.
Kaira: Bueno, haré lo que pueda por recuperar el poder de Japón... Os pido la colaboración de todos. Devolvámosle a este pueblo aquello que se les fue arrebatado.
Se oyeron varios aplausos. Raito iba caminando cuando sintió una presencia.
Raito: Ryo...
Ryo: Estás aquí... Llevaba tiempo deseando enfrentarme contigo.
Raito: Lo mismo digo. – Desenfundó su espada.
Ryo empezó a correr hacia Raito. Sus espadas se bloquearon. Raito saltó hacia atrás, dio una voltereta en el aire, y al aterrizar, se impulsó con el suelo. Ryo intentó atacarlo, pero su espada pasó por encima de Raito, pues este iba inclinado. Raito le hizo un corte en el costado, golpeándole las costillas duramente. Ryo se incorporó con rapidez y agarró a Raito del cuello. Lo lanzó y le lanzó su espada. Sin embargo, Raito esquivó la espada y la agarró. Aterrizó de pie en el suelo. Le lanzó la espada. Sin embargo, Ryo vio, como al ver su propia espada a un centímetro de él mismo, Raito aparecía y la volvía a empuñar. Se la clavó en el estómago, y le pegó una patada en la cara, lanzándole lejos.
Ryo: Eres mucho más poderoso que tus compañeros.
Raito: Hoy, aquí morirás, como mi nombre es Raito Katsura.
Ryo se sacó la espada y la envainó. Sacó las pistolas y empezó a disparar. Raito empezó a correr hacia él, esquivando las balas. Ryo estaba muy cerca, sacó su espada y le hizo un corte muy profundo en el pecho de Raito. Una línea diagonal desde el hombro izquierdo hasta la cintura derecha.
Raito: ¡AGHHH!
Ryo agarró el cuello de Raito, y se tiró al suelo, haciendo que Raito también cayera. Al caer, Raito sintió un profundo dolor en el cuello, como si se le partiese. Ryo se colocó encima suyo y empezó a darle varios puñetazos en la cara. Empezó a sangrar por la mandíbula. Al reaccionar, le agarró el puño y le pegó una patada en el abdomen, justo donde le atravesó antes, mandándolo a volar. Raito se acercó a él, le metió una pistola en la boca y apretó el gatillo. Salió mucha sangre por la parte posterior de la cabeza. Ryo cerró los ojos. Su corazón dejó de respirar.
- En el Infierno –
Lucifer sintió la fuerza vital de Ryo desaparecer. Ahora, era el momento... Se puso de pie y se dirigó adonde estaban todos sus guerreros.
Lucifer: ¡Hermanos! ¡Lobos! Ryo acaba de ser asesinado por el Shinigami Raito Katsura. Esto no tiene perdón. Hagámosle pagar por esta pérdida. Venguémonos de los Shinigamis hoy de una vez por todas. Hoy... Cumpliremos nuestra venganza.
Todos los Demonios y los Lobos empezaron a dar gritos de guerra. Lucifer creó una puerta y la abrió. Él, junto a su ejército, empezó a atravesar la puerta. Estaban en Tokio. Los Demonios y los Lobos empezaron a destruir todo lo que encontraban a su paso.
- En la casa –
Shino sintió algo.
Mitsuko: ¿Qué pasa?
Shino: Siento a muchos Demonios en la ciudad.
Mitsuko: Debemos movernos ya. Rápido.
Shino: Sí. – Cogeron sus armas y salieron de la casa.
Empezaron a correr.
Mitsuko: ¿Dónde se encuentran?
Shino: Se encuentran destruyendo todo a su paso en el Estadio Olímpico.
Mitsuko: ¡Vamos allá!
Llegaron, y entraron. En el campo olímpico, estaban todos reunidos. En las gradas, estaban los policías circulando. Koji apareció detrás de Mitsuko.
Koji: El nuevo Presidente nos dio luz verde para poder actuar. Ahora, tendréis apoyo.
Mitsuko: ¿Te quedarás con ellos?
Koji: - Mostrando 2 metralletas. – No. Lucharé a vuestro lado.
De repente, todos los Demonios se lanzaron contra ellos. Shino y Mitsuko empezaron a luchar, protegiendo la espada del otro. Uno iba a atacar a Mitsuko por arriba cuando este cayó muerto a causa de unas pistolas disparadas por un hombre que venía hacia ellos, con el pelo muy verde oscuro.
Mitsuko: ¡Raito! ¡Estás vivo!
Raito pegó un gran salto, desenfundó su espada en el aire y atacó todos los Lobos cercanos a Mitsuko, Shino y Koji. Mitsuko vio que Raito sangraba por el pecho y la boca, tenía el cuello y la camiseta manchada de sangre.
Mitsuko: ¡Mi amor!
Raito: Estoy bien. Ahora, es el momento del combate.
Los policías alrededor iban disparando a los más alejados a Raito y compañía. Uno saltó hacia Shino, pero Koji lo disparó rápido. Un lobo se acercaba a por Koji, pero Raito le clavó la espada al Lobo en el abdomen. Se agachó, y giró, cortando lo que encontró a su alrededor: Las piernas de 6 Demonios. Raito empezó a correr por el campo, e iba destajando a toda criatura que quedaba cerca.
Mitsuko: (Raito... No te defraudaré).
Mitusko empezó a luchar muy rápido, y acercándose al centro del campo, mientras iba disparando a tdoso los que estaban a su alrededor. Las balas de los policías disparados iban reforzando el ataque del grupo. Al poco tiempo, Raito estana frente a frente a Lucifer. El último Demonio cayó a manos de Mitsuko.
Raito: Morirás aquí.
Lucifer: No. – Abrió la puerta al Infierno detrás suya y la cruzó.
Raito cruzó la puerta.
Mitsuko: ¡Raito!
Shino, Mitsuko y Koji corrieron hacia la puerta y la atravesaron.
Re: Metal Zodiac Devil
Capítulo 27: El Infierno.
Los 4 estaban en el Infierno: Un sitio parecido a una mina, de piedra rojiza y llamas. Estaba lleno de estalactitas y estalagmitas. Estaba bien iluminado por el fuego.
Mitsuko: ¿Dónde está Lucifer?
Raito: No lo sé. Mejor busquémosle.
Se adentraron por una cueva. Llevaban un buen rato andando, cuando oyeron un gran ruido. Como un grito seguido de otros muchos.
Koji: ¿Qué será eso?
Raito: ¡Preparados!
Todos desenvainaron sus armas. Apareció un grupo de Demonios.
Demonio: ¡El Shinigami!
Los Demonios corrieron hacia el grupo de Raito. Éste corrió hacia los Demonios. Koji le cubría con las ametralladoras. Shino y Mitsuko empezaron a luchar contra los Demonios. De repente, apareció un Demonio anciano.
Anciano: Demonios, desapareced.
Todos los Demonios se fueron.
Raito: Gracias. ¿Quién eres?
Anciano: Soy un Shinigami. Tú debes ser Raito Katsura.
Raito: Sí...
Anciano: Eres el Elegido por ser Lucifer...
Mitsuko: ¿Qué Raito es Lucifer?
Anciano: Hace muchos años, cuando Lucifer era un Shinigami, fue herido. Para que no muriese, se sacó de su alma una parte y con ella se creó otro Shinigami. Ese fue Raito... por ello, por contener el alma de Lucifer, Raito es el único capaz de vencerlo.
Mitsuko: Ya veo...
Anciano: Sin embargo... Lucifer acopló su poder de Shinigami el poder de la Oscuridad. Ahora es mucho más poderoso que Raito.
Todos bajaron la cabeza.
Anciano: Sin embargo... – Las levantaron. – Existe un modo de poder darte eso poder.
Raito: ¿Cómo?
Anciano: A cambio, debes dar algo...
Raito: ¿Qué?
Anciano: Cuando le venzas... Perderás tus poderes y tu Inmortalidad. Físicamente, tienes 20. Por lo tanto, vivirás otros 60 años más. Envejecerás.
Mitsuko miró a Raito. Sintió que llegó ese momento...
Raito: No me importa. Si con ello, consigo salvar el mundo... Ese es mi deber...
Anciano: Vamos allá. – pasó un dedo por la cara de Raito y se manchó un poco el dedo con su sangre. Hizo el signo del Pentáculo en el suelo con la sangre.
Anciano: A este poder se le llama Metal Zodiac Devil. Pon las manos ahí.
Raito colocó las manos sobre el símbolo. De repente, notó como si su cuerpo se llenase de algún líquido con gas, a mucha presión.
Raito. Siento poder...
Anciano: Ve ya a por él.
Raito: Sí. Gracias. Vámonos.
Salieron corriendo. De repente, llegaron a una gran cueva. Estaba llena de Demonios y de Lobos. Se acercaban al grupo lentamente.
Shino: Ve a por Lucifer. Nos encargaremos de estos.
Raito: Está bien... Mitsuko, por si no vuelvo. – La besó. – Te amo.
Mitsuko: Y yo a ti... No mueras por favor...
Raito: No lo haré, lo juro. – Salió corriendo.
Raito llegó a un sitio extraño: Como el interior d un volcán. Al mirar hacia arriba, podía ver como si estuvieran en un gigantesco cilindro de piedra, y arriba, al final, veía el cielo. Al mirar hacia abajo, metros abajo, estaba todo lleno de llamas. Estaba sobre una gran piedra alargada. En un extremo, pegado en la pared, estaba Raito. En el otro, en el centro del cilindro... Estaba... Lucifer...
Lucifer: Veo que llegaste.
Raito: Vengo a acabar lo que iniciaste varios años.
Lucifer: Este mundo será dominado, y tú no podrás hacer nada por imperdirlo.
Raito: Daré mi vida si es necesario.
Lucifer: Eres un iluso... Creeis que podéis defender al mundo de un poder mayor.
Raito: Quizá sea mayor. Pero este es mi mundo, el que juré proteger al ser creado. Lo defenderé porque es el sentido de mi vida.
Lucifer: Vaya, parece que amas al mundo. Prepárate para morir por él. – Sacó su espada bastarda con la calavera y miró a Raito.
Raito: Muere. – Sacó su gran espada.
- En la cueva –
Los 3 estaban luchando muy rápido.
Shino: ¡Son demasiados!
Mitsuko: ¡Debemos poder! ¡Es nuestro deber!
Koji: No me voy a detener.
De repente, apareció un Lobo... De 20 metros.
Koji: ¡Ahí va! ¿De dónde salió eso?
Mitsuko: Me encargaré de él. Vosotros encargaos de estos.
Shino: ¡Está bien!
Mitsuko pegó un gran salto. Se dirigía a la cabeza del gigante. El gigante intentó pegarle un puñetazo. Mitusko se agarró al puño y le disparó en los nudillos. El gigante pegó un grito de dolor. Mitsuko cayó al suelo de pie y corrió hacia el gigante. El gigante intentó pegarle una patada, pero Mitsuko esquivó la pierna y le clavó las katanas en el tobillo.
- En el volcán –
Las espadas de Raito y Lucifer chocaron. Lucifer le pegó una patada en el abdomen a Raito, que lo mandó a volar. Raito frenó en la pared, y se impulsó. Iba cayendo. Lucifer saltó hacia él. Se encontraron Raito cogió del brazo a Lucifer, giró y lo lanzó lejos. Lucifer se estrelló en la pared. Raito le clavó la espada en el abdomen y lo dejó clavado a la pared. Lucifer se sacó la espada y se la lanzó a Raito. Raito la cogió y antes de poder recuperar sus reflejos, Lucifer le destajó por el cuello, haciéndole un profundo corte. Ambos aterrizaron de pie en la plataforma. Raito corrió hacia Lucifer. Lucifer intentó atacarle con una estocada. Sin embargo, Raito saltó y se puso de pie sobre la hoja de la espada. Pegó un pequeño salto y le pegó una patada giratoria en la cabeza a Lucifer que lo mandó varios metros. Lucifer acabó con la mitad izquierda de la cara sangrando. Raito estaba sangrando, además de la mandíbula y el pecho, por el cuello.
Lucifer: ¡No podrás con el poder del Infierno!
Raito: Eso te crees.
Raito le pegó un puñetazo a la pared a un centímetro de Lucifer, y lo que golpeó se hizo miles de trozos. Un metro cúbico de piedra dura quedó reducido a arena con un solo puñetazo de Raito. Lucifer le miró, asustado. Lucifer le agarró del cuello y le empezó a asfixiar. Raito notaba aún más el perforante dolor de su cuello. Litros y litros de sangre iban saliendo de su cuello. Tenía la impresión de querer quedarse desmayado.
- En la cueva –
Mitsuko saltó por detrás hacia el gigante, pero éste se giró, la golpeó y la mandó a volar. Mitsuko se estrelló violentamente con la pared. Tenía una ceja sangrando.
Mitsuko: Me las pagarás. – Sacó sus pistolas.
Empezó a dispararle. Corrió hacia el gigante y saltó. Estaba sobre su cabeza... Se dejó caer por su cara y le clavó las katanas en los ojos. El gigante gritaba de dolor. Mitsuko se dejó caer, pero el gigante movió el brazo y la golpeó en el aire. La lanzó con más fuerza aún. Estaba clavada en la pared sangrando por los hombros... Con los ojos cerrados... El gigante podía seguir su olor...
Koji: ¡Mitsuko!
Mitsuko: (No te dejes ganar ahora... Tú puedes...) – Abrió los ojos. Saltó hacia el gigante y le clavó la espada en el cráneo. El gigante cayó, aplastando a muchos Demonios. Rápidamente, empezaron a luchar contra los restantes.
Shino: ¿Estás bien?
Mitsuko: Creo que sí...
- En el volcán –
Lucifer y Raito blandían sus espadas muy rápidamente. Raito tenía bastantes cortes en las extremidades. La hoja de Lucifer pasó por su ceja. No podía abrir el ojo por del dolor. Pero aún seguía viendo. Lucifer estaba también muy herido. Ambos saltaron hacia atrás... Y al encontrarse... Se levantaron las llamas... Aparecieron de la entrada Mitsuko, Shino y koji, y vieron la imagen...
Lucifer y Raito estaban frente a frente... Con su espada clavada en el abdomen del otro.
Lucifer: Luchaste bien... – Cayó muerto.
De repente, los ojos rojos demoníacos de Raito se volvieron azules claros normales. Cerró su ojo y cayó al suelo.
Mitsuko: ¡Raito! – Le cogió.
Shino: Está dejando de respirar... Mierda...
Mitsuko: - Llorando. – Por favor no mueras... Me lo prometiste... Por favor... NYo te amo... Eres lo mejor de mi vida... No me dejes sola, por favor... No lo podría soportar...
Las lágrimas empezaron a caer en el rostro de Raito. Koji cogió ambas Mata Almas. De repente, sintió algo raro... su cuerpo brillaba...
Shino: ¿Koji?
Los ojos de Koji se volvieron rojos.
Koji: Soy Yamato y Koji. – Colocó su mano en la cara de Raito, y éste abrió el ojo sano. Mitsuko lo miró, llorando de alegría.
Mitsuko: ¿Amor? Estás vivo... Estás bien... – Abrazando fuertemente a Raito.
Raito: Mi vida... Lo siento por preocuparte...
Mitsuko: - Abrazándole muy fuerte y besándole. – No pidas perdón amor... Lo importante ahoa es que estás vivo... Gracias por no dejarme sola...
Raito: ¿Cómo podría dejarte sola con lo que te quiero?
Koji: Creo que yo...
Raito: Eres el Nuevo Diablo. Espero que sepas cuidar del Infierno...
Koji: Confía en mí... El Infierno ahora nunca será usado para fines oscuros.
Shino empezó a brillar y descomponerse.
Shino: Es el momento de marcharme. Os visitaré.
RaitoMitsu: Está bien.
Shino desapareció. Koji abrió una puerta a la Tierra.
Koji: Cruzadla. Yo debo quedarme aquí, cuidando del Infierno.
Raito: Está bien. Cuídate, amigo mío.
Koji: Lo haré.
Raito: Mitsuko, vámonos. Ayúdame a andar.
Mitsuko: Claro... – Apoyó a Raito en su cuerpo.
Ambos cruzaron la puerta. Estaban en el estadio.
Kairo: Soy el nuevo Presidente. Gracias por vuestra ayuda a la causa. Y lamento que fuerais enviado incorrectamente a la cárcel. Se os recompensará.
Raito: Gracias... Se lo agradezco.
Kairo: No. Yo se lo agradezco a usted. Gracias a usted, la política del País mejorará y nos salvamos de un poder mayor al humano.
Raito: Esfuércese ahora por mantener a flote Japón.
Kairo: Lo haré. – Dandole unas llaves a Raito. – Les damos una nueva casa.
Raito miró la dirección grabada en las llaves. Salió, cogió un taxi y éste les llevó. Era una gran casa, bastante lujosa, de 2 plantas... Ambos entraron... Se tumbaron en la cama juntos... Y se vendaron mutuamente.
Mitsuko: Raito.
Raito: Dime.
Mitsuko: Me alegro de haberte conocido.
Raito besó a Mitsuko dulcemente mientras la acariciaba...
Raito: Ahora... quiero vivir el resto de mi vida contigo...
Mitsuko: Y yo contigo... Quiero hacerte feliz...
Raito: Eso ya lo consigues... Me haces muy feliz...
Mitsuko se abrazó a Raito.
Mitsuko: Te amo... Mi amor.
Raito: Y yo a ti mi vida.
Y ambos se besaron, siendo una pareja, estando juntos, por el resto de su vida...
FIN.
Los 4 estaban en el Infierno: Un sitio parecido a una mina, de piedra rojiza y llamas. Estaba lleno de estalactitas y estalagmitas. Estaba bien iluminado por el fuego.
Mitsuko: ¿Dónde está Lucifer?
Raito: No lo sé. Mejor busquémosle.
Se adentraron por una cueva. Llevaban un buen rato andando, cuando oyeron un gran ruido. Como un grito seguido de otros muchos.
Koji: ¿Qué será eso?
Raito: ¡Preparados!
Todos desenvainaron sus armas. Apareció un grupo de Demonios.
Demonio: ¡El Shinigami!
Los Demonios corrieron hacia el grupo de Raito. Éste corrió hacia los Demonios. Koji le cubría con las ametralladoras. Shino y Mitsuko empezaron a luchar contra los Demonios. De repente, apareció un Demonio anciano.
Anciano: Demonios, desapareced.
Todos los Demonios se fueron.
Raito: Gracias. ¿Quién eres?
Anciano: Soy un Shinigami. Tú debes ser Raito Katsura.
Raito: Sí...
Anciano: Eres el Elegido por ser Lucifer...
Mitsuko: ¿Qué Raito es Lucifer?
Anciano: Hace muchos años, cuando Lucifer era un Shinigami, fue herido. Para que no muriese, se sacó de su alma una parte y con ella se creó otro Shinigami. Ese fue Raito... por ello, por contener el alma de Lucifer, Raito es el único capaz de vencerlo.
Mitsuko: Ya veo...
Anciano: Sin embargo... Lucifer acopló su poder de Shinigami el poder de la Oscuridad. Ahora es mucho más poderoso que Raito.
Todos bajaron la cabeza.
Anciano: Sin embargo... – Las levantaron. – Existe un modo de poder darte eso poder.
Raito: ¿Cómo?
Anciano: A cambio, debes dar algo...
Raito: ¿Qué?
Anciano: Cuando le venzas... Perderás tus poderes y tu Inmortalidad. Físicamente, tienes 20. Por lo tanto, vivirás otros 60 años más. Envejecerás.
Mitsuko miró a Raito. Sintió que llegó ese momento...
Raito: No me importa. Si con ello, consigo salvar el mundo... Ese es mi deber...
Anciano: Vamos allá. – pasó un dedo por la cara de Raito y se manchó un poco el dedo con su sangre. Hizo el signo del Pentáculo en el suelo con la sangre.
Anciano: A este poder se le llama Metal Zodiac Devil. Pon las manos ahí.
Raito colocó las manos sobre el símbolo. De repente, notó como si su cuerpo se llenase de algún líquido con gas, a mucha presión.
Raito. Siento poder...
Anciano: Ve ya a por él.
Raito: Sí. Gracias. Vámonos.
Salieron corriendo. De repente, llegaron a una gran cueva. Estaba llena de Demonios y de Lobos. Se acercaban al grupo lentamente.
Shino: Ve a por Lucifer. Nos encargaremos de estos.
Raito: Está bien... Mitsuko, por si no vuelvo. – La besó. – Te amo.
Mitsuko: Y yo a ti... No mueras por favor...
Raito: No lo haré, lo juro. – Salió corriendo.
Raito llegó a un sitio extraño: Como el interior d un volcán. Al mirar hacia arriba, podía ver como si estuvieran en un gigantesco cilindro de piedra, y arriba, al final, veía el cielo. Al mirar hacia abajo, metros abajo, estaba todo lleno de llamas. Estaba sobre una gran piedra alargada. En un extremo, pegado en la pared, estaba Raito. En el otro, en el centro del cilindro... Estaba... Lucifer...
Lucifer: Veo que llegaste.
Raito: Vengo a acabar lo que iniciaste varios años.
Lucifer: Este mundo será dominado, y tú no podrás hacer nada por imperdirlo.
Raito: Daré mi vida si es necesario.
Lucifer: Eres un iluso... Creeis que podéis defender al mundo de un poder mayor.
Raito: Quizá sea mayor. Pero este es mi mundo, el que juré proteger al ser creado. Lo defenderé porque es el sentido de mi vida.
Lucifer: Vaya, parece que amas al mundo. Prepárate para morir por él. – Sacó su espada bastarda con la calavera y miró a Raito.
Raito: Muere. – Sacó su gran espada.
- En la cueva –
Los 3 estaban luchando muy rápido.
Shino: ¡Son demasiados!
Mitsuko: ¡Debemos poder! ¡Es nuestro deber!
Koji: No me voy a detener.
De repente, apareció un Lobo... De 20 metros.
Koji: ¡Ahí va! ¿De dónde salió eso?
Mitsuko: Me encargaré de él. Vosotros encargaos de estos.
Shino: ¡Está bien!
Mitsuko pegó un gran salto. Se dirigía a la cabeza del gigante. El gigante intentó pegarle un puñetazo. Mitusko se agarró al puño y le disparó en los nudillos. El gigante pegó un grito de dolor. Mitsuko cayó al suelo de pie y corrió hacia el gigante. El gigante intentó pegarle una patada, pero Mitsuko esquivó la pierna y le clavó las katanas en el tobillo.
- En el volcán –
Las espadas de Raito y Lucifer chocaron. Lucifer le pegó una patada en el abdomen a Raito, que lo mandó a volar. Raito frenó en la pared, y se impulsó. Iba cayendo. Lucifer saltó hacia él. Se encontraron Raito cogió del brazo a Lucifer, giró y lo lanzó lejos. Lucifer se estrelló en la pared. Raito le clavó la espada en el abdomen y lo dejó clavado a la pared. Lucifer se sacó la espada y se la lanzó a Raito. Raito la cogió y antes de poder recuperar sus reflejos, Lucifer le destajó por el cuello, haciéndole un profundo corte. Ambos aterrizaron de pie en la plataforma. Raito corrió hacia Lucifer. Lucifer intentó atacarle con una estocada. Sin embargo, Raito saltó y se puso de pie sobre la hoja de la espada. Pegó un pequeño salto y le pegó una patada giratoria en la cabeza a Lucifer que lo mandó varios metros. Lucifer acabó con la mitad izquierda de la cara sangrando. Raito estaba sangrando, además de la mandíbula y el pecho, por el cuello.
Lucifer: ¡No podrás con el poder del Infierno!
Raito: Eso te crees.
Raito le pegó un puñetazo a la pared a un centímetro de Lucifer, y lo que golpeó se hizo miles de trozos. Un metro cúbico de piedra dura quedó reducido a arena con un solo puñetazo de Raito. Lucifer le miró, asustado. Lucifer le agarró del cuello y le empezó a asfixiar. Raito notaba aún más el perforante dolor de su cuello. Litros y litros de sangre iban saliendo de su cuello. Tenía la impresión de querer quedarse desmayado.
- En la cueva –
Mitsuko saltó por detrás hacia el gigante, pero éste se giró, la golpeó y la mandó a volar. Mitsuko se estrelló violentamente con la pared. Tenía una ceja sangrando.
Mitsuko: Me las pagarás. – Sacó sus pistolas.
Empezó a dispararle. Corrió hacia el gigante y saltó. Estaba sobre su cabeza... Se dejó caer por su cara y le clavó las katanas en los ojos. El gigante gritaba de dolor. Mitsuko se dejó caer, pero el gigante movió el brazo y la golpeó en el aire. La lanzó con más fuerza aún. Estaba clavada en la pared sangrando por los hombros... Con los ojos cerrados... El gigante podía seguir su olor...
Koji: ¡Mitsuko!
Mitsuko: (No te dejes ganar ahora... Tú puedes...) – Abrió los ojos. Saltó hacia el gigante y le clavó la espada en el cráneo. El gigante cayó, aplastando a muchos Demonios. Rápidamente, empezaron a luchar contra los restantes.
Shino: ¿Estás bien?
Mitsuko: Creo que sí...
- En el volcán –
Lucifer y Raito blandían sus espadas muy rápidamente. Raito tenía bastantes cortes en las extremidades. La hoja de Lucifer pasó por su ceja. No podía abrir el ojo por del dolor. Pero aún seguía viendo. Lucifer estaba también muy herido. Ambos saltaron hacia atrás... Y al encontrarse... Se levantaron las llamas... Aparecieron de la entrada Mitsuko, Shino y koji, y vieron la imagen...
Lucifer y Raito estaban frente a frente... Con su espada clavada en el abdomen del otro.
Lucifer: Luchaste bien... – Cayó muerto.
De repente, los ojos rojos demoníacos de Raito se volvieron azules claros normales. Cerró su ojo y cayó al suelo.
Mitsuko: ¡Raito! – Le cogió.
Shino: Está dejando de respirar... Mierda...
Mitsuko: - Llorando. – Por favor no mueras... Me lo prometiste... Por favor... NYo te amo... Eres lo mejor de mi vida... No me dejes sola, por favor... No lo podría soportar...
Las lágrimas empezaron a caer en el rostro de Raito. Koji cogió ambas Mata Almas. De repente, sintió algo raro... su cuerpo brillaba...
Shino: ¿Koji?
Los ojos de Koji se volvieron rojos.
Koji: Soy Yamato y Koji. – Colocó su mano en la cara de Raito, y éste abrió el ojo sano. Mitsuko lo miró, llorando de alegría.
Mitsuko: ¿Amor? Estás vivo... Estás bien... – Abrazando fuertemente a Raito.
Raito: Mi vida... Lo siento por preocuparte...
Mitsuko: - Abrazándole muy fuerte y besándole. – No pidas perdón amor... Lo importante ahoa es que estás vivo... Gracias por no dejarme sola...
Raito: ¿Cómo podría dejarte sola con lo que te quiero?
Koji: Creo que yo...
Raito: Eres el Nuevo Diablo. Espero que sepas cuidar del Infierno...
Koji: Confía en mí... El Infierno ahora nunca será usado para fines oscuros.
Shino empezó a brillar y descomponerse.
Shino: Es el momento de marcharme. Os visitaré.
RaitoMitsu: Está bien.
Shino desapareció. Koji abrió una puerta a la Tierra.
Koji: Cruzadla. Yo debo quedarme aquí, cuidando del Infierno.
Raito: Está bien. Cuídate, amigo mío.
Koji: Lo haré.
Raito: Mitsuko, vámonos. Ayúdame a andar.
Mitsuko: Claro... – Apoyó a Raito en su cuerpo.
Ambos cruzaron la puerta. Estaban en el estadio.
Kairo: Soy el nuevo Presidente. Gracias por vuestra ayuda a la causa. Y lamento que fuerais enviado incorrectamente a la cárcel. Se os recompensará.
Raito: Gracias... Se lo agradezco.
Kairo: No. Yo se lo agradezco a usted. Gracias a usted, la política del País mejorará y nos salvamos de un poder mayor al humano.
Raito: Esfuércese ahora por mantener a flote Japón.
Kairo: Lo haré. – Dandole unas llaves a Raito. – Les damos una nueva casa.
Raito miró la dirección grabada en las llaves. Salió, cogió un taxi y éste les llevó. Era una gran casa, bastante lujosa, de 2 plantas... Ambos entraron... Se tumbaron en la cama juntos... Y se vendaron mutuamente.
Mitsuko: Raito.
Raito: Dime.
Mitsuko: Me alegro de haberte conocido.
Raito besó a Mitsuko dulcemente mientras la acariciaba...
Raito: Ahora... quiero vivir el resto de mi vida contigo...
Mitsuko: Y yo contigo... Quiero hacerte feliz...
Raito: Eso ya lo consigues... Me haces muy feliz...
Mitsuko se abrazó a Raito.
Mitsuko: Te amo... Mi amor.
Raito: Y yo a ti mi vida.
Y ambos se besaron, siendo una pareja, estando juntos, por el resto de su vida...
FIN.
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