El tunel

El tunel

Como todos los jueves por la tarde Claire debía visitar a su abuela Isabel, que luego del fallecimiento de su esposo parecía estar casi en un estado de inconciencia, ella físicamente estaba ahí, pero la imagen y los recuerdos que se tenían de ella parecían ya no existir. Para poder llegar, tenía que caminar alrededor de 30 minutos, que para ella pasaban volando, lo único que le molestaba era el momento en que tenía que pasar a través de un túnel que se interponía entre “Colinas de oro” lugar donde vivía su abuela y el centro de la cuidad, no le gustaba el ruido que producían los autos al pasar por allí, le desesperaba. Para su sorpresa, aquel día parecía mucho más silencioso que de costumbre, el tráfico era casi inexistente.
   
  Al paso de 15 minutos se encontraba frente a él, cuando comenzó a caminar a través del túnel  la invadió una sensación de inseguridad, a pesar de que era un lugar por el que pasaba habitualmente, este extraño silencio del ambiente le hacía pensar que se encontraba en un sitio diferente, las  luces comenzaron a parpadear cada vez con más frecuencia y luego todo se volvió penumbras, no podía ver nada ni siquiera el suelo donde pisaba, a pesar de aquello trato de seguir avanzando guiada por las barandas que separaban la carretera de la vereda.  A medida que transcurrían los segundos su desesperación iba en aumento, según ella, debía haber salido hace un rato ya del túnel, sin embargo se encontraba caminando por la oscuridad sin el más mínimo rastro de luz que le indicara la salida. Cuando ya se disponía a correr a causa del pánico que le producía aquella situación, noto que su mano de pronto paso de largo, ya no tenía guía, la baranda había desaparecido y por más que la intento volver a ubicar volviendo en sus pasos, no lo consiguió en medio de la oscuridad. Su mente se encontraba en blanco ya no sabía qué hacer, trato de buscar las paredes del túnel para poder caminar de regreso, pero no sentía nada, tampoco podía encontrarlas. El lugar parecía haber desaparecido, era como si estuviera inmersa en una nube negra, en el vació mismo, con la única compañía de sus pensamientos los cuales eran cada vez más desalentadores, era la primera vez que el silencio le parecía insoportable. Claire no aguanto más y empezó a gritar con las esperanza de que alguien acudiera en su auxilio, al segundo consiguió escuchar una vos, era una vos familiar, era una vos similar a la de su abuelo que la llamaba desde la distancia, sintió como un frio recorría su espalda y cayó de rodillas al piso, no aguanto las lágrimas. La voz se fue distorsionando al punto de volverse casi incomprensible, esta se acercaba cada vez más y cuando Claire levanto la vista pudo divisar dos luces que se acercaban a ella, el lugar se volvió a iluminar de manera abrupta y para cuando comprendió lo que eran aquellas luces, ya era demasiado tarde, no tuvo tiempo de reaccionar.

 Al día siguiente en el diario local se detallaba la noticia de un accidente automovilístico con un resultado fatal, aún se investigan los hechos ya que no habían testigos, solo se cuenta con el testimonio del conductor, el cual decía: no sé cómo paso, conducía mi auto de vuela a casa y la joven apareció de la nada, ni siquiera pude frenar, llame por ayuda, trate de hacerla reaccionar, hice todo lo que estaba a mi alcance.